De acuerdo a las últimas investigaciones, el número de casos de cáncer de pene en el mundo ha aumentado de forma considerable.
En 2022, la revista JMIR de Salud Pública, publicó los resultados de un análisis a gran escala que involucraba la información de al menos 43 países. Y lo cierto es que las cifras están aumentando y de continuar así, para 2050 habrá un 70% de casos más en comparación con los números actuales.
Este cambio se puede atribuir en gran medida al envejecimiento de la población, según los expertos, quienes señalan que la mayor incidencia se produjo en hombres mayores de 60 años.
¿Qué incidencia tiene el virus del papiloma humano (HPV) y el cáncer de pene?
El HPV es un grupo de virus que incluye más de 150 tipos diferentes, algunos de los cuales están asociados con varios tipos de cánceres. Y es el principal factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pene. Se estima que entre el 80% y el 90% de los casos de esta enfermedad están relacionados con la infección por VPH.
El virus se transmite principalmente por contacto sexual, y algunos tipos específicos, como el VPH 16 y 18, tienen un mayor potencial oncogénico.
Los síntomas más comunes del cáncer de pene son:
- Un crecimiento o una llaga que no sana en cuatro semanas.
- Una erupción en el pene.
- Sangrado del pene o debajo del prepucio.
- Una secreción maloliente.
- Engrosamiento de la piel del pene (fimosis).
- Cambio de color de la piel del pene o prepucio.
- Un bulto en la ingle.
- Sentirse excesivamente cansado.
- Dolor de estómago que no desaparece.
- Perder peso sin intentarlo.
¿El cáncer de pene es contagioso?
El cáncer de pene no es contagioso. Sin embargo, el VPH si se transmite a través del contacto piel con piel (con mayor frecuencia) durante relaciones sexuales sin protección.
La prevención del VPH es fundamental y puede lograrse a través de estas medidas:
- Vacunación: Se recomienda la vacunación tanto en niños como en niñas entre los 9 y 14 años, y se ha extendido hasta los 18 años en algunos países. Además, se sugiere completar el esquema de vacunación en mujeres hasta los 45 años.
- Tamizaje regular: Las mujeres sexualmente activas deben realizarse pruebas como el Papanicolaou y pruebas de VPH de manera regular para detectar posibles lesiones premalignas.
- Uso de preservativos: Aunque no proporcionan una protección total, los preservativos pueden ayudar a reducir el riesgo de transmisión del VPH durante las relaciones sexuales.
- Educación sexual: Promover la educación sexual y la conciencia sobre el VPH y sus riesgos para fomentar comportamientos sexuales seguros.
Es importante tener en cuenta que incluso al tener una sola pareja sexual, sigue existiendo un riesgo de contagio, ya que cada individuo puede traer consigo los antecedentes sexuales de sus parejas anteriores.