El turismo solidario, también conocido como volunturismo, una combinación de las palabras "voluntariado" y "turismo," es una forma de viaje en la que las personas participan en proyectos de voluntariado en comunidades locales como parte de sus experiencias turísticas.Esta manera de viajar se ha convertido en una tendencia a partir de los años 90 y crecido exponencialmente en la última década.
Muchas personas se embarcan en viajes con la intención de ayudar a comunidades desfavorecidas, impulsados por el deseo de hacer el bien y aprender de nuevas experiencias.
Pero, ¿qué significa realmente "hacer el bien" cuando viajamos? ¿Es suficiente con tener buenas intenciones o necesitamos algo más para realmente colaborar?
La idea de ayudar a una comunidad y, a cambio, aprender de su historia, conocer su gente, y el porqué de sus costumbres, es muy atractiva.
Pero, lo realmente importante es saber cómo se puede hacer un voluntariado de la forma más ética posible y conociendo nuestro impacto, para evitar caer en el volunturismo disfrazado de turismo solidario, cuando en realidad no tiene nada de benéfico.
¿Realmente estamos capacitados para realizar las tareas que se nos asignan?
Aunque se ha vendido como una forma positiva de viajar, lo que a veces parece un acto altruista puede traer consecuencias negativas para los residentes locales. Imaginemos a un grupo de voluntarios sin experiencia construyendo una escuela; su trabajo podría comprometer la seguridad del edificio. O en el ámbito educativo, un voluntario sin los conocimientos adecuados podría afectar la calidad de la enseñanza.
Otro factor importante es que el volunturismo puede crear una dependencia de ayuda externa. Las comunidades locales pueden depender de la presencia de voluntarios para completar tareas o proyectos, en lugar de fortalecer sus capacidades internas. Además, los voluntarios pueden desplazar a los trabajadores locales, que a menudo tienen más experiencia y un conocimiento más profundo de las necesidades y contextos locales. Entonces, ¿Estamos considerando el impacto a largo plazo de nuestras acciones o solo nos centramos en el efecto inmediato?
Por eso, el verdadero apoyo debe centrarse en la colaboración y el empoderamiento de las comunidades locales, respetando su autonomía y conocimientos.
Los ámbitos de trabajo para realizar tareas en general se centran en dos temáticas:
Conservación de la naturaleza:
- Manejo de fauna en zonas de conflicto
- Centros de rescate de fauna y hospitales veterinarios
- Educación ambiental y lucha contra la contaminación
Voluntariados sociales
- Desarrollo comunitario (proyectos de construcción, mejoras edilicias)
- Educación
- Sanidad
- Patrimonio cultural
Las organizaciones piden ciertos requisitos para ser voluntario internacional
En general no te van a pedir un certificado del idioma del país al cual viajes, pero si debes tener un nivel del idioma suficiente como para tener conversación y desarrollar tus tareas. No suele haber un límite de edad, pero comúnmente se pide un mínimo de 18 años, aunque algunas organizaciones permiten la participación de menores de edad con el consentimiento de un tutor legal.
Para los mayores de 50 años, muchas organizaciones tienen programas adaptados a sus necesidades y habilidades. Cada vez más adultos mayores participan en tareas de volunturismo, buscando nuevas formas de mantenerse socialmente conectados y activos físicamente, explorar otros países y culturas mientras contribuyen a causas sociales o ambientales.
Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, se solicita un chequeo de antecedentes y un compromiso mínimo de tiempo. Muchas organizaciones aceptan a sus voluntarios solamente si van a estar un tiempo mínimo de 1- 3 semanas. (teniendo en cuenta que los primeros días suelen ser de adaptación hasta que se empieza a trabajar con soltura). Y en algunas puedes estar un tiempo máximo desde un mes, 3 meses, 1 año, o no tener límite.
Si estás planeando participar en este tipo de tareas solidarias es importante interiorizarte sobre organizaciones serias y con el respaldo correspondiente para no caer en ciertas entidades benéficas que - por ejemplo - cobran tarifas significativas por coordinar estas experiencias. Y resultan ser las más beneficiadas ya que este mecanismo de voluntariado les permite ampliar su capacidad operativa sin tener que asumir costos salariales adicionales. Además, reducen costos operativos, puesto que muchos de los voluntarios aportan una amplia gama de habilidades y experiencias de conocimientos técnicos, habilidades en gestión de eventos, comunicación, marketing, o experiencia en áreas específicas como la salud, educación o desarrollo comunitario. Y además, los voluntarios actúan como embajadores de la causa, promoviendo el trabajo de la organización y atrayendo a más personas a involucrarse, ya sea como donantes, socios o voluntarios adicionales.
Las Redes Sociales y el Turismo Solidario: convertir el voluntariado en espectáculo
¿Las redes sociales están creando una versión idealizada y superficial del voluntariado, que no refleja los desafíos y problemas reales de las comunidades locales?
Sin dudas, las redes sociales han jugado un papel crucial en la promoción de estas experiencias, permitiendo a los voluntarios compartir sus vivencias y conectar con audiencias globales. Sin embargo, esta exposición mediática también ha traído consigo desafíos éticos significativos, particularmente en cómo se presentan y se comunican las realidades de las comunidades que se apoyan.
Uno de los problemas más preocupantes es la tendencia de algunos voluntarios a publicar imágenes de personas en situaciones de vulnerabilidad. Estas imágenes, que a menudo muestran a personas en circunstancias difíciles, pueden ser utilizadas para ilustrar el impacto del trabajo solidario pero puede resultar altamente irrespetuoso y deshumanizante. ¿Estamos más preocupados por la imagen que proyectamos en redes sociales que por el verdadero impacto que generamos en las comunidades? El acto de compartir estas imágenes puede transformar el sufrimiento en un espectáculo, donde las personas se convierten en "escenarios" para la validación de los voluntarios.
¿El voluntariado se está convirtiendo en una moda turística más que en un verdadero compromiso social?
Debemos recordar que el mejor volunturismo es el que se hace y no se publicita, respetando la dignidad y privacidad de las personas ayudadas.
Si bien la intención de ayudar es valiosa - y seguramente muchos de los voluntarios que viajan al extranjero lo hacen con buenas intenciones - es crucial que el voluntariado se realice de manera responsable y consciente, que las organizaciones que gestionan estos proyectos se aseguren de que los voluntarios estén adecuadamente capacitados y que los proyectos estén diseñados en colaboración con las comunidades locales. Es imperativo que tanto las organizaciones que facilitan estos viajes como los propios turistas adopten una postura crítica y ética, asegurando que las iniciativas sean verdaderamente beneficiosas y sostenibles.
Solo mediante un enfoque consciente y respetuoso - que equilibre nuestras ganas de ayudar con el respeto hacia las habilidades y autonomía de las zonas que visitamos - se puede garantizar que el voluntariado realmente beneficie a las comunidades a las que se pretende ayudar, en lugar de causarles más problemas.