Si bien el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es más conocido en niños, en algunas ocasiones no son detectados hasta la edad adulta.

De acuerdo a esto, según la Organización Mundial de la Salud, al menos un 6,5% de la población mundial tienen este tipo de trastorno. Una condición neurobiológica que genera dificultades con la organización, realización de tareas, concentración, control de impulsos y puede intervenir con el desarrollo de la vida diaria.

¿Cómo es el TDAH en adultos?

El TDAH en adultos no se desarrolla de la misma manera que en un niño, incluso algunos especialistas señalan que el trastorno en adultos pasa más desapercibido.

Si bien se originó en su niñez, el trastorno acompaña a la persona en el proceso de crecimiento y maduración, por lo que sus síntomas y comportamientos también lo hacen y se adaptan.

¿Cuáles son los síntomas del déficit atencional en adultos?

Síntomas referidos a la atención:

• Dificultad para mantener la atención
• Alta sensibilidad sensorial ante situaciones externas tales como sonidos, texturas o colores que los distraen fácilmente
• Problemas de organización y planificación al establecer metas, administrar el tiempo y seguir una rutina
• Paralización a la hora de trabajar, ya que les cuesta saber por dónde empezar
• Olvidos frecuentes
• Pérdida constante de objetos cotidianos

Síntomas referidos a la hiperactividad:

• A menudo mueve en exceso manos o pies
• Frecuentemente “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor
• A menudo habla en exceso.
• Tiene dificultades para dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.

Síntomas referidos a la impulsividad:

• A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas
• Tiene dificultades para guardar su turno.
• A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros
• Problemas con el autocontrol y para “resistir tentaciones”

Otros síntomas:

• Dificultades en la regulación de emociones, de la motivación, del activarse para…
• Baja autoestima
• Dificultades en las relaciones personales
• Dificultades con su impulsividad en áreas con riesgos potenciales importantes: gastos, adicciones varias, alimentación, seguridad física, relaciones sexuales, etc.

Diagnóstico y tratamiento

Un dictamen tardío o ausente tiene graves implicaciones en la vida de quien padece TDAH. Por esta razón, es vital saber reconocer las principales señales de este desorden para poder recibir atención y tratamiento oportuno.

En la actualidad, se utilizan los mismos criterios de diagnóstico del TDAH en adultos que en niños, lo que puede ser un desafío, ya que los síntomas pueden superponerse con otras condiciones de salud mental, como la ansiedad o la depresión. Es recomendable buscar la evaluación de un profesional de la salud mental capacitado para obtener un diagnóstico adecuado.

Aunque todavía no se ha identificado ningún marcador clínico, neuropsicológico o biológico específico para diagnosticar TDAH, es posible mejorar la calidad de vida de los adultos afectados mediante un diagnóstico y tratamiento adecuado y efectivo. El tratamiento en adultos puede involucrar varios componentes, como la consulta con especialistas médicos, la toma de medicamentos, la educación sobre el trastorno, la participación en grupos de apoyo y el desarrollo de habilidades conductuales, siempre acompañado de terapia.

El objetivo del tratamiento es mejorar la atención, reducir la impulsividad y la hiperactividad, y ayudar a los adultos a desarrollar estrategias efectivas para enfrentar los desafíos diarios.

Los medicamentos que son utilizados se clasifican en:

• Los estimulantes, como los productos que contienen metilfenidato o anfetamina, suelen ser los medicamentos más comúnmente recetados, ya que parecen elevar y equilibrar los niveles de las sustancias químicas del cerebro llamadas “neurotransmisores”.
• Otros de los medicamentos usados son la atomoxetina no estimulante y ciertos antidepresivos como bupropión, que actúan con mayor lentitud que los estimulantes, pero pueden ser buenas opciones si el paciente no puede tomar estimulantes debido a problemas de salud o si causan efectos secundarios graves.

Dado que el TDAH es un trastorno complejo, es importante seguir investigando para desarrollar nuevos tratamientos y mejorar la eficacia de los existentes, con el objetivo de proporcionar múltiples opciones terapéuticas que permitan mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y ayudarlas a alcanzar su máximo potencial.