En todo el mundo, el 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, una fecha que busca crear conciencia sobre el impacto negativo de las bolsas de plástico en el medio ambiente y promover la adopción de alternativas más sostenibles. Esta iniciativa tiene como objetivo fomentar un cambio en nuestros hábitos de consumo y promover una transición hacia una sociedad libre de plástico.

Muchos países ya han implementado legislaciones para restringir o prohibir el uso de bolsas de plástico desechables, fomentando la adopción de bolsas reutilizables, de papel u otras opciones ecológicas.

Cuando usamos una bolsa de plástico durante unos minutos, su vida útil no termina ahí ya que tarda cientos de años en descomponerse, y muchas de ellas terminan en nuestros océanos, causando una amenaza grave para la vida marina.

Además, obstruyen los sistemas de drenaje y generan una gran cantidad de residuos que terminan en vertederos o incineradoras, agotando nuestros recursos naturales y emitiendo gases de efecto invernadero.

Pero las bolsas de plástico son sólo la punta del iceberg:

Los desechos plásticos que se han descompuesto y tienen menos de 5 mm de longitud son los que se denominan microplásticos, un problema aún más insidioso. Se producen por la división de plásticos de mayor tamaño que, al hacerse cada vez más pequeños, invaden todo el medio ambiente, especialmente el agua.

Los científicos han demostrado que, en más de 100 especies acuáticas se pueden encontrar microplásticos a lo largo de su tubo digestivo. Es decir, la fauna marina está siendo contaminada por ellos. Por ejemplo, es muy típico encontrar tortugas con obstrucción intestinal por causa de los microplásticos. Y una gran pregunta es por cuánto tiempo se desplazan los microplásticos a través del océano.

La ingesta de microplásticos por parte del hombre podría generar múltiples afecciones cardiovasculares debido a que promueven la inflamación, el estrés oxidativo, la necrosis y la apoptosis. Además, los científicos creen que puede contribuir a la aparición de problemas neurológicos y reproductivos. Con el tiempo, es muy probable que estos microplásticos sean aún más pequeños. Estas partículas podrían llegar a introducirse en nuestros tejidos y actuar de manera tóxica.

Se acumulan en nuestro cuerpo y tienen la capacidad de transportar elementos potencialmente perjudiciales, como bacterias resistentes a los antibióticos. Algunas investigaciones indican que los microplásticos podrían interactuar con las células del sistema inmunitario y causar una respuesta inflamatoria crónica, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades autoinmunes y trastornos inflamatorios.

Es importante destacar que la investigación sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana está en curso y aún se necesita más evidencia científica para comprender plenamente su impacto. Actualmente, se están llevando a cabo estudios para evaluar los riesgos potenciales y establecer regulaciones adecuadas.

Mientras tanto, para reducir la exposición a los microplásticos, es recomendable tomar medidas como reducir el consumo de productos plásticos de un solo uso - las bolsas en primer lugar -, elegir alimentos frescos en lugar de envasados en plástico y filtrar el agua potable cuando sea necesario.

Cada pequeño cambio en nuestros hábitos diarios cuenta. Juntos, podemos marcar la diferencia y proteger el planeta de los devastadores efectos del plástico. Al unirnos en este Día Internacional, mostramos nuestro compromiso con un futuro sostenible y libre de plástico.