Aquellos turistas fanáticos de la aventura y que suelen explorar lugares remotos, habrán oído hablar de lo riesgoso que es visitar la Isla Sentinel del Norte en el océano Índico. En esta nota te contamos porque sus paradisíacas playas - habitadas por la tribu más aislada del planeta - son consideradas extremadamente peligrosas.

Esta indómita isla - con casi 72 kilómetros cuadrados - está poblada desde hace 60.000 años y pertenece al archipiélago de las islas Andamán y Nicobar, ubicado en la Bahía de Bengala, en el océano Índico, a más de 1.000 kilómetros de distancia de cualquier puerto en la India continental.

¿Cómo vive la ‘tribu perdida’ de la isla de Sentinel del Norte?

Aunque el contacto con el exterior ha sido mínimo, existen ciertos datos que se conocen sobre el estilo de vida de la tribu de Sentinel del Norte.

• Viven en la edad de Hierro. Según los antropólogos indios, los sentineleses habrían evolucionado debido a que sus lanzas cuentan con puntas de metal que fueron obtenidas del naufragio del Primrose, un barco carguero que arribó a los arrecifes de Sentinel en 1981.
• Sobreviven de la tierra y la pesca. Para ello, utilizan arcos, flechas y lanzas con los que cazan y se defienden de los extraños. Sus costumbres son muy antiguas, no dominan el fuego e ingieren alimentos crudos.
• En cuanto a su raza. Algunos registros antropométricos, los relacionan con algunas tribus africanas que emigraron a esta zona del océano Índico. Según los historiadores y etnográfos, los sentineleses derivan de los jarawa y los aeta. Sus rasgos típicos son de personas de tez oscura, de extremidades largas y de gran tamaño, sobre todo, los hombres.
• Con respecto a sus relaciones con otras tribus, prácticamente es nula y son de conducta belicosa, violenta y no escatiman en atacar para defenderse.

Prohibido las visitas:

Debido a su comportamiento ante personas no pertenecientes a su tribu, el gobierno de la India y la gobernación de las Islas Andamán y Nicobar han advertido a los turistas sobre la intromisión en la Isla Sentinel del Norte.

De hecho, se considera uno de los lugares más peligrosos del mundo, donde aquel que visita esta isla, tiene altas probabilidades de morir.

Existen registros de las primeras víctimas desde el siglo XVIII, en especial, cuando los jesuitas y otras entidades religiosas intentaron conectarse con los pobladores. Y en sus registros, el famoso explorador y navegante Marco Polo, se refirió a estos habitantes como ‘gente cruel y despiadada’.

Por otra parte, durante el terremoto y posterior tsunami que azotó Indonesia y algunos territorios insulares, la Isla Sentinel del Norte se vio severamente afectada. No obstante, el gobierno indio intentó ayudar y verificar los daños, pero fueron repelidos por flechas que lanzaron los sentineleses.

Asimismo, hubo registros de dos pescadores que pernoctaron en esa isla y se perdieron, donde fueron masacrados por los locales. El último registro de ataque, se dio en el año 2018, cuando un misionero cristiano, fue asesinado por la tribu. Por tal motivo, está totalmente prohibido pernoctar o adentrarse en esa isla, donde los locales consideran enemigo a todo aquel que se entrometa en su territorio.

En la actualidad:

No existe un registro oficial sobre la población nativa en la Isla Sentinel del Norte debido a la falta de un censo oficial. Sin embargo, las estimaciones y aproximaciones sugieren que hay al menos entre 50 y 150 sentineleses habitando la isla.

Varias organizaciones en pro de los derechos humanos, refieren que esta tribu es una de las más aisladas del mundo y carecen de asistencia médica. De hecho, algunos sentineleses mueren de enfermedades que son totalmente controlables, debido a las condiciones que viven. En la actualidad, no hay manera de verificar el bienestar de los sentineleses, ya que solo se realizan vuelos domésticos y sobrevuelos de helicópteros pertenecientes al Ministerio de Defensa, y lo hacen a una distancia prudente.

Solo el tiempo dirá si la Isla Sentinel es el último paraíso en la Tierra o si se convierte en un infierno donde la tribu, ligada inexorablemente al destino de sus arrecifes, terminará muriendo debido a la escasez de alimentos y recursos.