Hoy Lucy nos invita a recorrer una antigua zona industrial y portuaria que ha dado lugar a un área emergente que atrae a artistas, creativos y emprendedores: Refshaleøen. Este mercado de comida callejera abrió en 2018 y cuenta con más de 50 puestos distribuidos en una extensa área donde es posible encontrar todo tipo de comidas, bebidas y talleres creativos, un espacio de encuentro entre start-ups que ofrecen experiencias culturales, proyectos innovadores y eventos culinarios.

Mientras planeaba mi escapada a Copenhague leí por ahí que había sido elegida una de las ciudades más felices del mundo. ¿Los motivos? La educación y la salud son gratuitas, es una de las ciudades más verdes del continente y con una economía casi perfecta sin vaivenes políticos ni corrupción. Y emocionada emprendí mi viaje con otra premisa muy clara: tener en cuenta que es un país pequeño, así que no esperaba encontrar grandes metrópolis. Pero si la cordialidad en sus pequeños pueblos y una gastronomía maravillosa. Porque si te gusta la comida, experimentar con diferentes especialidades y delicatessen, entonces Copenhague es definitivamente un lugar para visitar.

Y mi primer contacto con la comida fue visitando el mercado de comidas Reffen en Refshaleøen, un perfecto programa de domingo.

¿Cómo llegué a Reffen?

Creo que llegar a Reffen es una aventura en sí misma: en el autobús 9 A desde la estación central a Refshalevej o el autobús del puerto a Reffen, o un crucero por el canal, que te llevará a Refshaleøen. Sin embargo, recomiendo que si visitan Copenhague en verano como yo, lo hagan en bicicleta. El alquiler de bicicletas es bastante sencillo y conveniente. Desde Nyhavn, se tarda unos 15 minutos en llegar a Reffen, a través de la famosa 'autopista' de bicicletas, y es la forma más rápida de moverse por las calles de toda la ciudad. Por eso el 63% de la población de Copenhague la elige para el día a día.

En primavera y verano, Dinamarca es el país del picnic - por eso este pintoresco mercado que cierra en los meses de invierno - se convierte en el lugar preferido para disfrutar de su tradicional “comida callejera”. Mide alrededor de 6000 metros cuadrados, y es un lugar relajado donde también se puede disfrutar de una hermosa vista del puerto, de exposiciones de artistas locales, charlas, conciertos o talleres creativos para niños.

Cuando la construcción naval se marchó de la zona, hace décadas, muchos de los grandes almacenes y fábricas quedaron desiertos, en los que se han instalado todo tipo de negocios, desde panaderías gourmet a cervecerías artesanales. Y dentro del predio me maravillé con el Copenhagen Contemporary, donde antiguamente funcionaba la sala de soldaduras del astillero más grande de Europa B&W. Hoy convertido en hermosas salas con una estética industrial dominada por los colores blanco y negro donde se realizan exposiciones de arte.

Descubrí un mercado con criterios sostenibles y productos orgánicos

Ya dentro del mercado, me contaron de su dogma de “reducir y reutilizar”; promoviendo el uso de empaques ecológicos, la reducción de desperdicio de alimentos y dando espacio a negocios que ofrecen ingredientes orgánicos y locales, entre otras medidas. Todos los propietarios de los puestos son seleccionados cuidadosamente por sus habilidades, calidad y concepto y deben trabajar con dedicación de acuerdo a este concepto.

La mentalidad ecológica y de reciclaje también se extiende a los propios puestos de comida ya que la mayor parte de Reffen está construida con material reciclado, y los puestos están hechos de contenedores de barcos viejos que ya no están en uso.

Llegó la hora de almorzar...

Luego de recorrer el mercado donde conviven más de 50 chefs de 18 nacionalidades, e impregnarme de aromas tan deliciosos como variados me decidí por almorzar en Nordic Hotdog - puesto con un certificado orgánico de bronce - un imponente “perrito caliente” de salchichas hechas a mano del carnicero de Fionia en Nørre Søby y pan orgánico recién salido del horno, con la cerveza artesanal Broaden & Build como protagonista.

Luego de un momento de relax contemplando el muelle, llegó el momento del postre y me dejé llevar por los sabores de Fabiola & Virginia, ambas originarias de una zona de Italia que es específicamente famosa por el helado y los dulces y uno de los puestos de “dulces” más concurrido.

Un recorrido por Refshaleøen no estará completo sin una parada en La Banchina, una cafetería italiana a orillas del agua con sauna privada y un muelle idílico.

¿Una experiencia de spa diferente?

En verano, el principal atractivo es el agua, y donde los visitantes del mercado se animan a nadar antes o después de la comida (su lema es "sumergir, comer, repetir" ). Y por supuesto no podía despedirme del lugar sin descubrir CopenHot, y navegar por los canales de Copenhague mientras disfruté de un spa en una bañera a cielo abierto. Si quieren vivir una experiencia diferente frente al mar y degustar comida de cualquier parte del mundo no se pierdan este lugar, sumamente agradable.

La clave de la felicidad danesa está en el concepto llamado “hygge”, que comenzó a utilizarse de manera masiva en el siglo diecinueve, y proviene de una palabra noruega cuyo significado es “bienestar”. Se pronuncia "hu-ga" y a menudo se le traduce como "lo acogedor". Pero tal como dicen los que saben, hygge es mucho más que eso: es una actitud total ante la vida. Conocer este mercado es la excusa perfecta para empezar a sentirme parte de ese hygge.