El 8 de noviembre se celebra el Día de la Radiología, una fecha que nos invita a reflexionar sobre uno de los avances más importantes en la historia de la medicina: el descubrimiento de los rayos X.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se descubrieron estas imágenes que permiten ver dentro de nuestro cuerpo sin necesidad de cirugía? La respuesta nos remonta a 1895 y al ingeniero y físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen.
El descubrimiento que cambió todo
Röntgen estaba realizando experimentos con la fluorescencia causada por los rayos catódicos que inciden en ciertos materiales, cuando casi de manera accidental, notó que una radiación desconocida podía atravesar objetos sólidos como el papel y dejar una huella en películas fotográficas. Este fenómeno lo intrigó tanto que decidió pedirle ayuda a su esposa, Anna Berta Ludwig.
En esta investigación, Röntgen utilizó la mano de su pareja logrando captar una imagen de sus huesos. ¡Ese fue el primer paso hacia la radiografía moderna! Röntgen, con gran humildad, nunca patentó este increíble descubrimiento, lo que permitió que el uso de los rayos X se expandiera rápidamente a hospitales y clínicas de todo el mundo. En reconocimiento a su contribución a la ciencia, fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1901.
Los avances más importantes en la radiología médica desde su descubrimiento permiten tratamientos más rápidos y efectivos:
- Fluoroscopia (1900) Poco después del descubrimiento de los rayos X, la fluoroscopia permitió observar en tiempo real los movimientos internos del cuerpo. Esta técnica sigue siendo útil en procedimientos guiados como cateterismos cardíacos y colocación de stents.
- Tomografía Computarizada (TC) (1970) La invención de la tomografía computarizada (TC) por Godfrey Hounsfield y Allan Cormack en la década de 1970 fue un avance fundamental. Utiliza rayos X para crear imágenes transversales detalladas del cuerpo, lo que proporciona una visión mucho más clara de órganos y tejidos blandos en comparación con las radiografías tradicionales.
- Imágenes por Resonancia Magnética (IRM) (1980) A principios de los años 80, la resonancia magnética (IRM) se introdujo como una técnica no invasiva que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de los órganos y tejidos blandos del cuerpo. Esta técnica ha sido vital en el diagnóstico de enfermedades cerebrales y cardiovasculares, y en estudios musculoesqueléticos.
- Ecografía (Ultrasonido) Aunque comenzó en la década de 1950, el uso médico del ultrasonido ha avanzado considerablemente en las últimas décadas. Esta técnica no invasiva, que utiliza ondas de sonido para generar imágenes del interior del cuerpo, es esencial en el monitoreo del embarazo, el diagnóstico de afecciones abdominales y la evaluación cardíaca.
- Tomografía por Emisión de Positrones (PET) (1990) La PET es una técnica avanzada de imagen nuclear que proporciona información sobre el metabolismo celular. Es especialmente útil para detectar el cáncer y estudiar el cerebro, ya que puede mostrar cómo los tejidos están funcionando a nivel celular.
- Radiología Intervencionista Este campo ha evolucionado para permitir que los radiólogos realicen procedimientos mínimamente invasivos guiados por imágenes, como la inserción de catéteres, biopsias, y tratamientos de tumores mediante embolización, reduciendo la necesidad de cirugías más invasivas.
- Inteligencia Artificial en Radiología En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a jugar un papel clave en la interpretación de imágenes radiológicas. Los algoritmos pueden detectar patrones que los humanos podrían pasar por alto, lo que mejora la precisión del diagnóstico y ayuda a los radiólogos a procesar grandes volúmenes de imágenes más rápidamente.
La importancia de la radiología en la salud
Mediante el uso de técnicas de imagenología se obtiene información detallada y precisa sobre el estado de los órganos y tejidos del cuerpo humano. Una de las principales ventajas es su capacidad para detectar enfermedades en etapas tempranas, lo que permite iniciar un tratamiento oportuno y mejorar significativamente las posibilidades de éxito en la recuperación de los pacientes.
Entre las aplicaciones específicas más conocidas podemos citar:
- Identificar fracturas
- Observar el desarrollo de los fetos
- Diagnósticos neurológicos
- Conocer el estado dental del paciente
- Localizar anomalías
- Detectar signos de artritis
- Detectar posibles tipos de cáncer, en especial el de hueso
Los riesgos a los que se someten los radiólogos:
Al momento de hacernos un examen radiológico siempre nos dan indicaciones para evitar en lo posible la exposición a los rayos X. Pero, ¿qué sucede con los riesgos radiológicos a los que están sometidos los radiólogos en la sala de imagenología? Los principales problemas a los que se puede enfrentar son: desarrollar algún tipo de Cáncer, Infertilidad, Ceguera, Enfermedades Cardiovasculares, Problemas en los Riñones, y Pérdida del Cabello.
Para evitar estos riesgos el profesional debe usar un traje especial o trabajar en una cabina blindada, y su jornada laboral deberá brindar horarios flexibles en los cuales puedan tomar un tiempo prudente de descanso, para no sobreexponerse a la radiación.
¿Qué pasa con los pacientes que se realizan este tipo de estudios?
Las diferentes pruebas diagnósticas requieren distintas cantidades de radiación, pero la mayoría utilizan dosis bajas que en general se consideran seguras. Sin embargo, la exposición a la radiación es acumulativa, con independencia del intervalo entre las pruebas. Esto significa que si la persona se somete a muchas pruebas diagnósticas que utilizan dosis bajas o varias pruebas que utilizan dosis altas, puede estar expuesta a cantidades relativamente importantes de radiación. Cuanto mayor es la dosis acumulada, mayor es el riesgo de cáncer y, en algunos casos, de daño a los tejidos.
Al solicitar pruebas diagnósticas, los médicos deberán tener en cuenta la exposición total de una persona a la radiación según historia clínica, y en base a ello seguir estas pautas:
- Utilizar pruebas que no requieren radiación, como una ecografía o una resonancia magnética nuclear (RMN), siempre que sea posible
- Recomendar pruebas diagnósticas que utilizan radiación con dosis particularmente altas (como las tomografías computarizadas [TC], solo cuando estas pruebas son estrictamente necesarias
- Tomar precauciones para limitar la exposición a la radiación durante las pruebas (por ejemplo, protegiendo las partes vulnerables del organismo, como la glándula tiroidea o el abdomen de una mujer embarazada), siempre que sea posible
La siguiente tabla nos muestra las distintas dosis de radiación recibida en diferentes pruebas:
Tipo de prueba | Número aproximado de radiografías de tórax necesario para recibir la misma dosis | Exposición ambiental aproximada equivalente a la dosis † |
---|---|---|
Vista única de una radiografía de tórax (desde la zona posterior hacia la anterior) | 1 | 10 días |
Mamografía | 10 | 25 días |
Serie de radiografías de la columna lumbar | 75 | 180 días |
TC craneal | 100 | 243 días |
TC del abdomen/pelvis | 300–400 | 2–2,7 años |
Angiografía de las arterias coronarias durante el cateterismo cardíaco | 350–750 | 2,3-4,9 años |
* Estas dosis representan cuánta radiación se recibe y el grado de susceptibilidad al daño por radiación de la parte del cuerpo expuesta.
† Las personas están expuestas constantemente a niveles bajos de radiación de origen natural pero la cantidad de radiación varía en función de las diversas ubicaciones geográficas.
TC = tomografía computarizada.
Referencia: American College of Radiology (ACR): Radiation Dose to Adults From Common Imaging Examinations
FUENTE: www.merckmanuals.com
El Día de la Radiología destaca el papel crucial de las imágenes médicas en la medicina moderna: desde simples radiografías de huesos hasta avanzadas resonancias magnéticas, la radiología permite diagnosticar enfermedades, monitorear el progreso de tratamientos y tomar decisiones médicas más informadas.