Migración o refugio
Si se nos permite clasificar las “formas de migrar” corresponde decir que existen dos grandes grupos. Las migraciones propiamente dichas, sea por trabajo, unificación familiar o incluso, como destino post laboral (jubilación) y las migraciones por refugio. Estas son frente a un peligro inminente.
En la primera existe una planificación, con trabajo/sin trabajo, conociendo o no el idioma, con o sin papeles, sí, hay un proyecto, sea económico o no, de mejora. Entonces se organizan “rituales“ de despedida, reuniones con amigos y familia… el “cena de despedida” etc. Como sea, existe una disposición del psiquismo a un cambio profundo, más o menos esperable, más o menos como el proyectado y un tiempo de espera para lograr lo anhelado.
En el desplazamiento por situación de refugio es distinto. No hay posibilidad de un “ritual” de despedida, es casi un “salto al vacío” sin planificación ni proyectos, más bien dejándolos a la deriva hasta quién sabe cuando y solo para resguardar la vida. De hecho, las noticias cotidianas nos traen imágenes dramáticas al borde de lo imaginable.
Migrar junto a los afectos
Otra cosa a considerar es la forma de migrar. Esta se puede realizar junto a afectos, amigos, pareja, hijos y demás familia que nos abre un abanico de infinitas situaciones. Vamos a generalizar un poco.
No es lo mismo migrar por trabajo junto a hijos pequeños, teniendo en cuenta sus necesidades con respecto a escolaridad, salud, amigos, que realizar la migración solos y dejando los hijos en el país de origen a cargo de familiares. El estrés en ambos casos es de considerar, tanto por si los niños quedan en lugar de origen ya que se producen alteraciones en los roles de la dinámica familiar.
Por ejemplo, a veces los abuelos pasan a tener categorías de papás y los padres ocupan roles más secundarios. En el caso de migrar junto a los hijos pequeños supone la necesidad de contener el dolor del desarraigo de los niños, y he de decir que es complejo contener un niño cuando se está transitando también un duelo.
Además y sólo a “vuelo de pájaro” puedo referir algunos problemas que observé como:
- Hijos creciendo en otro país que generan miedo a la transculturación.
- El ingreso de costumbres diferentes “raras” suelen ser vistas como atentado contra los buenos hábitos familiares.
- La desestimación de la autoridad de los padres propia de la adolescencia se refuerza en medio cultural diverso.
Migrar con o sin referentes
Todo el combo va con el condimento de los lazos con los cuales crecimos y de los que no somos tan conscientes. Estos lazos que constituyeron redes, parte de nuestro mundo cotidiano, el día a día y que además de ser un soporte para los cuidados, es parte de nuestra marca identitaria; los organizadores de la vida, quedaron anclados en el suelo que dejamos. Por eso también en la forma de migrar hay que considerar si se hace con o sin “referentes”, en cuyo caso se pondrán en juego habilidades para generar nuevos.
Los referentes y las redes que surjan de ellos son imprescindibles para descomprimir las tristezas del desarraigo y soporte frente a situaciones de vulnerabilidad.
La recreación de lo propio en el nuevo lugar permite sentir que lo lejos no está tan lejos, está ahí nomás, a la distancia de una canción, de un baile local, de una “empanada” o un alfajor de dulce de leche. Sostener la identidad propia es “una mateada” en las playas de Miami, o en las plazas de Madrid o la celebración del Día de los Muertos en Boston.
No existe una receta para el “buen migrar”. Si puedo hablar de lo observado a lo largo de más de 30 años con múltiples culturas (Asia, África, Europa Oriental, América) y es que la construcción de lazos, la participación en redes y la recreación de la propia cultura, va a descomprimir los dolores del alma que provoca el desarraigo y entonces habrá mayor claridad para pensar, para tomar decisiones y también menos enfermedad.
- M. Patricia MAGLITTO M.N. 15491-Psicóloga UBA
- Facebook: Licenciada Patricia Maglitto
- Wa 549 1130967098
- Instagram: Licpatriciamaglitto
- Gmail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.