El lupus es una enfermedad autoinmune crónica que afecta principalmente a mujeres en edad fértil, aunque también puede afectar a hombres y personas de todas las edades.
En el lupus, el sistema inmunitario del cuerpo, que normalmente protege al organismo de infecciones y enfermedades, se vuelve hiperactivo y ataca a los tejidos y órganos sanos del cuerpo, causando inflamación y daño. Aunque no se sabe exactamente qué lo causa, se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales.
Los síntomas pueden variar ampliamente y pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, como la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón, los pulmones y el cerebro.
Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga
- Fiebre
- Dolor articular y muscular
- Erupciones en la piel
- Caída del cabello
- Dolor de cabeza
- Síntomas neurológicos como mareos y problemas de memoria.
Es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones graves. Los tratamientos pueden incluir medicamentos para reducir la inflamación y la actividad del sistema inmunológico, así como para controlar los síntomas específicos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de vida, como evitar la exposición al sol, llevar una dieta saludable, descansar y hacer ejercicio regularmente.
¿Cómo se diagnostica el lupus?
Diagnosticar lupus es difícil porque los signos y síntomas varían considerablemente según la persona. Los signos y síntomas del lupus pueden cambiar con el tiempo y coincidir con los de muchos otros trastornos. El diagnóstico se basa en los síntomas que cuenta el paciente, la exploración física y la analítica. En los análisis de sangre es frecuente que el número de leucocitos, linfocitos y plaquetas esté más bajo de lo normal.
No existen datos precisos sobre la prevalencia del lupus a nivel mundial, ya que se trata de una enfermedad que a menudo no se diagnostica o se diagnostica erróneamente. Sin embargo, según la Liga Europea Contra el Lupus, se estima que hay entre 5 y 50 casos de lupus por cada 100.000 personas en Europa. En los Estados Unidos, se estima que entre 322.000 y 1.500.000 personas tienen lupus.
Es importante recibir un diagnóstico temprano y tratamiento para el lupus, ya que puede causar complicaciones graves como daño renal, enfermedad cardíaca, problemas neurológicos y coágulos sanguíneos.
Un reumatólogo es el especialista indicado para dar el diagnóstico a quien padece lupus, así como también, el tratamiento respectivo para tratar las enfermedades de los músculos y de las articulaciones. De igual modo, es importante saber que el lupus puede afectar varias partes del cuerpo, aparte de contar con el diagnóstico de un reumatólogo, lo más probable es que necesite el apoyo de doctores especializados en otras áreas de la salud como dermatólogo, cardiólogo, nefrólogo, gastroenterólogo, neurólogo y neumólogo.
Si bien no existe cura para el lupus, la mayoría de las personas con la enfermedad pueden llevar una vida activa con el tratamiento adecuado. Es fundamental trabajar con un equipo de profesionales de la salud para desarrollar un plan de tratamiento que aborde sus necesidades individuales y asegurarse de seguir todas las recomendaciones médicas.