En la provincia de Salamanca, España, se encuentra un lugar pintoresco y lleno de historia que ha capturado la imaginación de locales y visitantes por igual: el pueblo de Mogarraz.

Conocido como “El Pueblo de las Mil Caras” - y declarado Conjunto-Histórico-Artístico en 1998 pertenece a la asociación de los pueblos más bonitos de España - se destaca por un atípico proyecto artístico que ha revitalizado sus calles y ha puesto de manifiesto su rica herencia cultural: sus fachadas están llenas de retratos.

¿Cómo Mogarraz se convirtió en el pueblo de las mil caras?

Todo comenzó cuando en el año 1967, fecha en que se instauró la obligación de que todo el mundo debía tener un DNI. Un vecino del pueblo, que tenía una cámara de fotos, se ofreció como voluntario para tomar las fotos a cada uno de sus habitantes y evitar así que tuvieran que trasladarse a la ciudad de Salamanca para tomársela.

Los negativos terminaron olvidados en una caja y cuando años más tarde el artista plástico local Florencio Maillo los encontró, sirvió de inspiración para recrear las fotografías en blanco y negro en retratos a gran escala al óleo a modo de homenaje.

Cada vecino colocó su retrato en la fachada y el pueblo se convirtió en una galería de arte al aire libre. Esta exposición, que en un principio tenía carácter temporal se inauguró en 2012, finalmente se mantuvo en el tiempo y actualmente tiene 809 caras pintadas en las fachadas de Mogarraz que vigilan detenidamente a todo turista que llega a visitar la villa.

Cada retrato es único y está inspirado en la historia personal del individuo representado: desde ancianos que han vivido toda su vida en el pueblo hasta jóvenes que están construyendo su futuro, cada cara refleja una parte de la historia y la cultura de esta encantadora localidad salmantina.

Además de admirar las obras de arte en las calles, los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera tranquila y acogedora del pueblo, explorar sus estrechas calles empedradas y descubrir su patrimonio histórico. Su bonita Plaza Mayor, es el centro neurálgico del pueblo y allí se encuentra la Casa de las Artesanías, un Museo Etnográfico con una exposición gratuita de trajes bordados de época, trabajos en cuero y joyas de oro y plata fabricadas por los maestros artesanos del municipio.

La Iglesia Nuestra Señora de las Nieves es un tesoro arquitectónico de estilo renacentista. Construida en el siglo XVII, esta iglesia de una sola nave, con crucero, cúpula y pórtico al norte, guarda en su interior la imagen de la Virgen de las Nieves, patrona del pueblo.

Sin embargo, lo que hace a esta iglesia aún más especial son los retratos que adornan sus paredes. Cada uno de estos retratos representa a los habitantes del pueblo que no tenían casa propia.

Los rostros de generaciones desaparecidas parece que vigilan la aldea (dentro de un efecto un tanto inquietante), dando nueva vida a las tranquilas calles y despertando las emociones tanto de los residentes, que para ellos son familiares, amigos y antepasados, como de los visitantes.

Mogarraz es mucho más que un simple pueblo; es un ejemplo inspirador de cómo el arte puede transformar comunidades y revitalizar lugares olvidados. A través de su proyecto de "Las Caras de Mogarraz", este pueblo ha encontrado una manera única de preservar su identidad y celebrar la diversidad de sus habitantes, convirtiéndose en un destino obligado para aquellos que buscan una experiencia cultural auténtica en el corazón de España.